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Ya pasó (fragmento)

 

En esta playa los padres entregan a sus hijas como paquetes. Las dejan ahí dopadas con mirra. Listas para el sacrificio. Les dejan los cogotes todos colorados de tantos besos. Mientras las chuponean, disimulados, les tapan los oídos con tripa. Se acabó la cera acá, se terminó, se fue con las últimas ballenas gordas que ahora nadan allá en los fiordos. La región está rasa. El mar se estanca y se pudre. Este es el mar donde todo encalla y locos los timones mandan de ojo a las naves. Acá se acabó la vida. Las yeguas no paren más porque perdieron los vientres. Desventradas siembran el campo de tripas y es tanta la entraña chorreada que el calor no se soporta: seca todo abajo y envicia todo arriba. Las tendrías que ver cuando se desventran: corren un rato locas de dolor, dejando una estela de tripas, un regadero de intestinos, y allá caen tiritando como si acunaran algún feto abortado. Da de pena mirar eso. Mientras tanto, hasta la rodilla de intestinos y entrañas, las niñas esperan en la orilla del mar que invita al matadero. Las madres les lloran y les gritan pero sus hijas no oyen: tienen tripa en la oreja. Entonces las empujan. Un barco las busca y adentra. Lo navegan guerreros brutales. Se los ve achicarse y al rato, como si una puerta se cerrara, se los traga el horizonte y desaparecen sin más. Cuando se alejan uno piensa en las ballenas que se salvaron: lo único vivo que ahora nada allá en los fiordos.

Heimatsong (fragmento)

 

 

Finalmente comprendí la orden y grite de felicidad. Mi alarido creció sobre aquel otro de mujeres y hombres lastimados por mi ejército y fue más fuerte que el sonido del suplicio de esos bárbaros arrodillados mansos ante mí. Fui implacable. No quedó ni el loro. La imagen me fue patética y sainetera:

cuerpos quietos, entrelazados en grotescas, caprichosas posiciones mientras este servidor caminaba esa alfombra sometida. Me había vuelto, ¿acaso tuve opción?, ese desierto temido tembloroso y ardiente. Estaba listo a mi destino. África ya no me necesitaba más. Yo tampoco a ella. Partí y arrastré conmigo el desierto. Debí de alguna manera ser él para afrontar lo que afronté. En lo que dura una siesta llegue a mi tierra, mi madre, mi sentido. Estaba listo y Dios conmigo. Ni vi el Mediterraneo.

McLager´s (fragmento)

Zur Linde- Goethe no nos dejó un libro, nos dio un oráculo que cifra nuestro destino, nos legó la grandeza de ser fáusticos que es el modelo del nuevo hombre.

Emma- ¿Qué vas a decir? “Cargamos con el  mandato de ser modernos en un mundo medieval” Eso ya se escribió y también se dijo y de manera más sublime que tu graznido.

Zur Linde-Admitiréis que nos resulta imposible permitiros continuar, y no por obstinación o capricho, ¡nada de esos melodramas mundanos! Sino por mandato de fuerzas inmanejables; el Espíritu de la Tierra se nos impone y nos consagra el futuro. Sois el símbolo de todo lo que se hace preciso destruir.

Emma- (A Zur Linde) ¿Eres a propósito o no conoces otra manera?

Rosenzweig- Destruir  para construir.

Zur Linde- “Fausticidad”, mein herr. ¡Bienvenue dans la modernité! Desarrollo, expansionismo a cualquier costo.  Somos materia trágica en acción. Somos lo que Pushkin llamó “Una Ilíada de la vida moderna”.

Rosenzweig- “Illión fue, pero Illión perdura en el hexámetro que la plañe”.

Zur Linde- Troya será una vergüenza frente a lo nuestro. Luego de nuestro Illión no habrá forma de escribir una sola palabra bella. ¡Auf Wiedersehen, poesía!

La vagina mecánica

Autor

[El monstruo salió de un tajo. La concheta cascajienta. Todo comenzó ahí]

El pecho del cadáver es el tapiz rajado. El tajo tiene la dimensión de la fantasía de un hombre: eso que él nombra, la vagina de mamá. El hombre vió el tajo y no pudo contenerse de abrirlo eternamente. Verlo es citarlo: Hoy maté a mamá, yo no soy Camus. Recordarlo letra por letra.

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Coro

Hoy maté a mamá,

yo no soy Camus.

Recordarlo letra por letra.

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Intérprete 2

Hoy maté a mamá, yo no soy Camus. Recordarlo letra por letra. Confundo a mamá con un ratón [P. de Pérez de Polonio]. La sangre en principio fue pegajosa. Un ratón que resulta mamá, como la paradoja del hombre que se hallaba mujer y decía, sangro mes a mes. La noticia fue estimulante pues abrió eso que en Italia llaman baratro, un baratro de posibilidades. Decía, siento eso que me define mamá. Hoy maté a mamá aunque letra a letra no sea Camus. Matarte para poder serte. Sangrarte cada mes hasta dejar de hacerlo para serte. Poderte decir mamá, soy mamá, hoy me mato.

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Coro

Hoy no soy Camus.

Yo maté a mamá

Letra por letra.

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Autor

La sangre tiene un patrón: torna de líquido a sólido en un tiempo prudencial, lógicamente propio y naturalmente exacto. Biológicamente preciso. Se seca, hace costra y se desprende.

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Intérprete 2

Poderte decir mamá, sos mamá, hoy te mato. ¿Es mamá que se pareció al ratón? ¿Cómo saberlo? La reacción fue un reflejo. La mano salió por instinto y el tajo se abrió en consecuencia.

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Coro

Recordar que maté a mamá,

Hoy no soy yo.

Letra por letra: Camus.

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Autor

La sangre se seca, la costra se desprende y en la herida hay piel nueva. Es el organismo que trabaja en silencio, milimétricamente y sin denuedo para sí. Carne nueva, piel rosácea. Aunque esta variable es siempre proporcional al tajo, pues en el peor de los sentidos, como decir el reverso oscuro de un parto [El Fiord] si la herida es honda, lo silencioso y tenaz será un gusano que horade la carne, la opaque y abombe, ¿no?

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